martes, 15 de septiembre de 2009

El arte de regalar



Regalar con arte


Resulta imposible establecer una norma o reglas básicas que nos aseguren el acierto al elegir un regalo para cada ocasión pues siempre se trata de algo totalmente subjetivo. Es complicado ofrecer ideas para regalar, ideas para regalos, aunque si se pueden establecer algunas guías que nos pueden servir de orientación:
Un pilar básico en el arte de regalar es conseguir descubrir los gustos de la otra persona de forma indirecta, sin tener que recurrir a la burda solución de preguntar. Y menos aun preguntar a la persona que recibirá el obsequio. Debemos descubrir que regalo hará más ilusión sin revelar nuestras intenciones, algo que en ocasiones no es fácil.
Un regalo no es solo material. Serán muy pocos aquellos que juzguen el regalo recibido únicamente por su valor material, su precio. La gran mayoría veremos en el presente una muestra del afecto que se nos profesa, y una muestra también de la personalidad de la persona que nos lo regala. Hacer un regalo implica establecer una comunicación, el regalo es un mensaje. Algo que debemos evitar a toda costa es transmitir mensajes equivocados con nuestros regalos. Los regalos de tipo personal deben limitarse a nuestro círculo más íntimo de amistades o a la familia. Regalos de compromiso, o incluso de empresa, deberían ser neutros.
Jamás se debe colocar en una situación incómoda o comprometida al receptor del regalo. Un simple ejemplo: Se debe tener en cuenta la situación económica de la persona a la que realizamos el regalo, pues podemos herir su sensibilidad al situarlo en una situación en la que no podrá corresponder adecuadamente, o en la que estemos demostrando una cierta superioridad material, quizá incluso de forma inadvertida.
Un detalle de estilo y distinción es regalar flores. Suelen ser un acierto seguro, sobre todo con una mujer. Las flores deberán ir acompañadas de una nota y siempre deberemos tener muy en cuenta las circunstancias del regalo al elegir las flores más apropiadas.
No es buena idea regalar animales, mascotas, a menos que se nos haya solicitado expresamente. Podemos colocar a la persona que lo reciba en una situación embarazosa al no disponer de medios para atenderlo, o incluso al tener algún tipo de problema médico como por ejemplo alergias.
Regalar simplemente una cantidad de dinero denota cierta falta de imaginación, aunque en ocasiones pueden ser llegar a ser lo más adecuado. En cualquier caso quizá sea uno de los regalos más delicados y embarazosos de entregar. El dinero nunca puede ser entregado sin más, como mínimo deberá ir disimulado en un sobre, y si es posible acompañado de un pequeño detalle que puede ser algo tan simple como caja de bombones. Si se va a regalar dinero se debe procurar reunirlo en el menor número de billetes posible, y lo más nuevos que podamos conseguir.
Es muy arriesgado regalar un objeto que antes se nos haya regalado a nosotros. Dejando a un lado la falta de tacto, siempre correremos el riesgo de que la cadena de regalos se prolongue y el objeto retorne a la persona que nos lo regalo inicialmente.
Al realizar un regalo las formas son muy importantes. Se deben cuidar los envoltorios al máximo.
No se debe dar demasiada importancia al regalo en el momento de ofrecerlo. Resulta de mal gusto alabar sus cualidades en exceso, y por supuesto jamás debe comentarse su precio.
Si somos los receptores del regalo siempre debemos agradecerlo, ya sea en persona, ya sea por escrito, ya sea por teléfono. Es importante abrir el regalo en presencia de la persona que lo realiza mostrándose agradecido en todo momento. Si el objeto no resulta de nuestro agrado, o no es lo que esperábamos o hubiéramos deseado, jamás deberemos permitir que se note la más mínima expresión de desilusión. En ningún caso deben realizarse comentarios despectivos o peyorativos respecto al regalo recibido.
Fuente: Sonia Marroquín Rojas/DeGuate.com

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