Bueno, esa es la película que voy a ver en este fin de semana!!!! Esa película tiene como punto principal John Halder que es un profesor de Literatura en la Alemania de los años treinta, quien logra llamar la atención de políticos gracias a una novela en la que explora sus circunstancias familiares y defiende la eutanasia. Así, su carrera como escritor despega con gran éxito, al punto de que su libro es usado como apoyo para la propaganda gubernamental. Sin embargo, ese auspicioso despegue lo hará tomar decisiones que aparentemente no tienen importancia, pero cuyas consecuencias serán destructivas para las personas que lo rodean. Este punto me llamó la atención en la película, además del tema de los nazis... ¿Qué es ser un hombre bueno? Ser justo, correcto, generoso, amable, cortés...o quizás ¿sea bueno por la bondad de su corazón? ¿de qué estamos cercados hoy día de hombres buenos o de buenos hombres? ¿De los dos? ¿Será que los buenos son más felices? ¿Será que se puede ser bueno siempre? Cuantas preguntas... hay que tener convicciones muy fuertes para ser bueno hoy día!!! ¿Qué te parece? Aquí podrás ver el trailer de la película. Anímate para verla...
Un espacio para compartir ideas, gustos, actividades y pasiones sobre la lengua española.
viernes, 26 de junio de 2009
Comparto con ustedes...
Madurez femenina..
Dicen algunos que, a cierta edad, nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina, y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes.
Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable. Pero nunca como hoy fui tan consciente de mi existencia, nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento como ahora.
Ahora sé que no soy la princesa del cuento de hadas y que no necesito que me venga a salvar un príncipe azul en su caballo blanco, por que ni soy una princesa, ni vivo en una torre, ni tengo a un dragón que me esté custodiando.
Hoy me reconozco mujer, capaz de amar.
Sé que puedo dar sin pedir, pero también sé que no tengo que hacer nada, ni dar nada que no me haga sentir bien.
Por fin encontré, hasta ahora, al ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas.
Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, y de equivocarme, de no responder a las expectativas de los demás y hasta hacer algunas cosas indebidas. Y a pesar de ello, sentirme bien.
Y por si fuera poco, saberme querida por muchas personas que me respetan y me quieren por lo que soy, si, así un poco loca, mandona y muchas veces terca. También cariñosa, platicadora, besadora, abrasadora y a veces por algún motivo, triste, por que también tengo mis momentos tristes, esos en que pongo mi cara larga con un aire de pensante y me da por llorar.
Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fui en el pasado, sonrío a la que soy hoy, me alegro del camino andado, y asumo mis errores.
¡Qué bien no sentir ese desosiego permanente que produce correr tras los sueños!
¡Que bien! Ya aprendí a tener paciencia.
El ser humano tarda mucho en madurar, ¿verdad?
Hoy sé, por ejemplo, que no puedo retener el mar, aunque cuando estoy “con él”, quisiera nunca tener que dejarlo.
Hoy sólo lo contemplo, me lleno “de él”. Y cuando llega el momento de partir, me despido diciéndole. ¡Hasta pronto!
También hoy sé que mis amigos y amigas son peregrinos del mismo camino, y que en cualquier momento nos encontramos y nos queremos.
¡¡¡Hoy sé que nadie es responsable de mi felicidad, solo yo!!!
Hoy sé que el viento extiende sus brazos cuando camino por la calle. Y que solo depende de mí sentirlo.
Hoy sé que la vida es bella. Porque la he visto partir ya muchas veces.
Hoy vivo la vida así como es, bonita con sus ires y venires, con sus amores y desamores, con sus ratos de marea baja, con sus puestas de sol, con su ruido incesante.
Sólo quiero dejarla correr. No quiero pedirle nada. Sólo quiero tener lo que yo me busque, sólo quiero lo que yo merezca.
Hoy me doy cuenta que no soy una mujer invisible. Ya aprendí que Dios siempre está en mi camino..!!
Gentileza, Ivette Villeda (Guatemala)
Y es así que me siento hoy...
Madurez femenina..
Dicen algunos que, a cierta edad, nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina, y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes.
Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable. Pero nunca como hoy fui tan consciente de mi existencia, nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento como ahora.
Ahora sé que no soy la princesa del cuento de hadas y que no necesito que me venga a salvar un príncipe azul en su caballo blanco, por que ni soy una princesa, ni vivo en una torre, ni tengo a un dragón que me esté custodiando.
Hoy me reconozco mujer, capaz de amar.
Sé que puedo dar sin pedir, pero también sé que no tengo que hacer nada, ni dar nada que no me haga sentir bien.
Por fin encontré, hasta ahora, al ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas.
Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, y de equivocarme, de no responder a las expectativas de los demás y hasta hacer algunas cosas indebidas. Y a pesar de ello, sentirme bien.
Y por si fuera poco, saberme querida por muchas personas que me respetan y me quieren por lo que soy, si, así un poco loca, mandona y muchas veces terca. También cariñosa, platicadora, besadora, abrasadora y a veces por algún motivo, triste, por que también tengo mis momentos tristes, esos en que pongo mi cara larga con un aire de pensante y me da por llorar.
Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fui en el pasado, sonrío a la que soy hoy, me alegro del camino andado, y asumo mis errores.
¡Qué bien no sentir ese desosiego permanente que produce correr tras los sueños!
¡Que bien! Ya aprendí a tener paciencia.
El ser humano tarda mucho en madurar, ¿verdad?
Hoy sé, por ejemplo, que no puedo retener el mar, aunque cuando estoy “con él”, quisiera nunca tener que dejarlo.
Hoy sólo lo contemplo, me lleno “de él”. Y cuando llega el momento de partir, me despido diciéndole. ¡Hasta pronto!
También hoy sé que mis amigos y amigas son peregrinos del mismo camino, y que en cualquier momento nos encontramos y nos queremos.
¡¡¡Hoy sé que nadie es responsable de mi felicidad, solo yo!!!
Hoy sé que el viento extiende sus brazos cuando camino por la calle. Y que solo depende de mí sentirlo.
Hoy sé que la vida es bella. Porque la he visto partir ya muchas veces.
Hoy vivo la vida así como es, bonita con sus ires y venires, con sus amores y desamores, con sus ratos de marea baja, con sus puestas de sol, con su ruido incesante.
Sólo quiero dejarla correr. No quiero pedirle nada. Sólo quiero tener lo que yo me busque, sólo quiero lo que yo merezca.
Hoy me doy cuenta que no soy una mujer invisible. Ya aprendí que Dios siempre está en mi camino..!!
Gentileza, Ivette Villeda (Guatemala)
Y es así que me siento hoy...
domingo, 21 de junio de 2009
Juanes, Juanes...
Hoy he decidido escribir un poco sobre ese cantante que me gusta mucho.
Juanes es colombiano, nacido el 9 de agosto del año de 1972, bajo el signo de Leo.Su verdadero nombre es Juan Esteban Aristizábal Vásquez y su lugar de nacimiento fue en la ciudad de Medellín.
Desde muy temprana edad descubrió en la música un refugio seguro, y poco después terminaría por descubrir su total vocación en ella.
Vamos a conocer una de sus canciones.
Hoy les brindo con Me enamora.
Cada blanco de mi mente
Se vuelve color con verte
Y el deseo de tenerte
Es más fuerte, es más fuerte
Sólo quiero que me lleves
De tu mano por la senda
Y atravesar el bosque
Que divide nuestras vidas
Hay tantas cosas que me gustan hoy de ti…
Me enamora que me hables con tu boca
Me enamora que me eleves hasta el cielo
Me enamora que de mi sea tu alma soñadora
Esperanza de mis ojos
Sin ti mi vida no tiene sentido
Sin ti mi vida es como un remolino
De cenizas que se van oh oh oh oh
Volando con el viento…
Yo no sé si te merezco
Sólo sé que aún deseo
Que le des luz a mi vida
En los días venideros
Léeme muy bien los labios
Te lo digo bien despacio
Por el resto de mis días
Quiero ser tu compañía
Hay tantas cosas que me gustan hoy de ti…
Me enamora…
jueves, 18 de junio de 2009
Mira lo que me enviaron...
Recibí un mensaje hoy con la indicación de esta dirección.
www.musica.com
Vale la pena echar un vistazo y cantar.
¡ Qué lo disfrutes!
www.musica.com
Vale la pena echar un vistazo y cantar.
¡ Qué lo disfrutes!
miércoles, 17 de junio de 2009
Mafalda
sábado, 13 de junio de 2009
Los abrazos rotos
La nueva película de Almodóvar
PENÉLOPE CRUZ
LLUÍS HOMAR
BLANCA PORTILLO
JOSÉ LUÍS GÓMEZ
RUBÉN OCHANDIANO
TAMAR NOVAS
Sinopsis:
Un hombre escribe, vive y ama en la oscuridad. Catorce años antes sufrió un brutal accidente de coche en la isla de Lanzarote. En el accidente no sólo perdió la vista, también perdió a Lena, la mujer de su vida.
Este hombre usa dos nombres, Harry Caine, lúdico seudónimo bajo el que firma sus trabajos literarios, relatos y guiones, y Mateo Blanco, su nombre de pila real, con el que vive y firma las películas que dirige. Después del accidente, Mateo Blanco se reduce a su seudónimo, Harry Caine, lúdico seudónimo bajo el que firma sus trabajos literarios, relatos y guiones, y Mateo Blanco, su nombre de pila real, con el que vive y firma las películas que dirige. Después del accidente, Mateo Blanco se reduce a su seudónimo, Harry Caine. Si no puede dirigir películas se impone sobrevivir con la idea de que Mateo Blanco murió en Lanzarote junto a su amada Lena.
En la actualidad, Harry Caine vive gracias a los guiones que escribe y a la ayuda de su antigua y fiel directora de producción, Judit García, y de Diego, el hijo de ésta, secretario, mecanógrafo y lazarillo.
Desde que decidiera vivir y contar historias, Harry es un ciego activo y atractivo que ha desarrollado todos sus otros sentidos para disfrutar de la vida, a base de ironía y una amnesia autoinducida. Ha borrado de su biografía toda sombra de su primera identidad, Mateo Blanco.
Una noche Diego tiene un accidente y Harry se hace cargo de él (su madre, Judit, está fuera de Madrid y deciden no comunicarle nada para no alarmarla). En las primeras noches de convalecencia, Diego le pregunta por la época en que respondía al nombre de Mateo Blanco, después de un momento de estupor Harry no sabe negarse y le cuenta a Diego lo ocurrido catorce años antes con la intención de entretenerle, como un padre le cuenta un cuento a su hijo pequeño para que se duerma.
La historia de Mateo, Lena, Judit y Ernesto Martel es una historia de "amour fou", dominada por la fatalidad, los celos, el abuso de poder, la traición y el complejo de culpa. Una historia emocionante y terrible cuya imagen más expresiva es la foto de dos amantes abrazados, rota en mil pedazos.
Más informaciones en http://www.losabrazosrotos.com/
Trailer
El orfanato, película de Guillermo del Toro
En este fin de semana largo me puse a asistir nuevamente la película El Orfanato y me encantó una vez más. Abajo está el trailer. Acompañen y conozcan lo encantador de este trabajo.
lunes, 8 de junio de 2009
Benedetti
Mario Benedetti nació en Montevideo, Uruguay, el 14 de septiembre de 1920 y falleció el 17 de mayo de 2009.
En 1949 publicó su primer libro de cuentos, y el '53 su primera novela.
Tres años después impactó a la crítica con sus poemas.
En 1957 viajó por primera vez a Europa.
Dos años más tarde publicó Montevideanos, libro de cuentos.
Cuento: El otro yo
Mario Benedetti
(Paso de los Toros, Departamento de Tacuarembó,
Uruguay, 14 de septiembre del 1920)
El Otro Yo
(La muerte y otras sorpresas, 1968)
Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la naríz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.
El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente , se emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse imcómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo.
Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies y encendió la radio. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió. Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo que hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo. Este no dijo nada, pero a la mañama siguiente se habia suicidado.
Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó.
Sólo llevaba cinco días de luto, cuando salió a la calle con el propósito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le lleno de felicidad e inmediatamente estalló en risotadas. Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: “Pobre Armando. Y pensar que parecía tan fuerte y saludable”.
El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo.
El día E
En este sitio vas a encontrar las palabras más bonitas de la lengua española.
Anímate y escribe la tuya.
El Día E es la abreviatura de El Día del Español, una iniciativa del Instituto Cervantes.
http://www.eldiae.es/
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